lunes, 26 de enero de 2009
miércoles, 9 de julio de 2008
Un Simple Baño...
Terminé de desvestirme y corrí hacia la regadera, me sentía avergonzado, era muy diferente que Uruha me mirara desnudo cuando hacíamos el amor que cuando simplemente estábamos mirándonos; retrocedí hasta pegarme en la pared y sonreí lascivo al ver que se acercaba a mí mientras desabrochaba su camisa, debía admitir que me gustaba sentirme su presa, que la idea de ser dominado por él resultaba bastante tentadora, y fue por ello que cuando llegó hasta donde yo me encontraba y apoyó sus manos en ambos lados de mi cabeza, suspiré deleitado, Uru apenas y rozó mis labios cuando les dedicó un suspiró.
--Te aseguro que cuando terminemos no sentirás ni un ápice de frio...-respiró sobre la piel de mi cuello, un escalofrío me recorrió completamente y disfruté de sus labios, esos suaves y voluptuosos labios que devoraban mi pecho y hombros, fue bajando sus besos por todo mi brazo hasta la punta de mis dedos, los alcé y moví rítmicamente permitiendo que depositara besitos sobre ellos, sonreí tiernamente por unos instantes hasta que me sentí desprotegido, bajé una de mis manos por todo su pecho y desabroché su pantalón para dejarlo caer por sus piernas, por lo menos así estaríamos en igualdad de condiciones, Uru lo apartó con uno de sus pies fuera de la regadera y rápidamente me deshice de su ropa interior al mismo tiempo que él tocaba la punta de mi intimidad, suspiré prolongadamente y él sonrió complacido por el que sabía fue el primero de muchos sonidos, deslizó su diestra por mi torso y apretó con malicia mi cintura, inconscientemente alcé la cadera para pegarme más a su cuerpo, pasé mis brazos alrededor de su cuello y él se apoderó de mi entrepierna, mordí mi labio, tenía plena conciencia de cuan ruidoso era y nunca le había preguntado si le molestaba que lo fuera.
Tiré con suavidad de su cabello, estaba ansioso por lo que vendría a continuación, Uru levantó el rostro para mirarme y le sonreí antes de atrapar sus exquisitos labios en un beso demandante del cual no tardé en perder el control, él era el cazador y yo la presa, entreabrí mis labios dándole acceso y nuestras bocas se reconocieron en la dulce batalla de nuestras lenguas, Uru tuvo razón cuándo dijo que era buen besador y también la tuvo cuándo me confió que me gustaría ser su víctima,.
El movimiento de su mano sobre mi intimidad fue lento y yo tiré de su labio inferior en una señal de venganza, temblé imperceptiblemente con el suspiro que salió de su garganta y se ahogó entre nuestros labios, enredé mis manso en su cabello tal y como siempre hacia y saboreé el interior de su boca con la misma intensidad con la que él saboreaba la mía, nos separamos por un poco de aire y dejé que mis dedos curiosos delinearan su abdomen y brazos, emití suspiros por sus atenciones en esa zona sensible, me gustaba provocarlo, por lo que di lamiditas a sus labios y en el momento en el que me iba a besar me apoderé de su cuello, comencé a morder posesivamente su delicada piel, amaba ver esa finas marcas rojas que desaparecían por la mañana y ocultaban el rastro de nuestros encuentros,.
Uru aumentó el ritmo de su mano y me detuve sólo para gemir bajito, tomó mi mentón para fundirnos en un beso agitado y alzó mi cadera, entendí e inmediatamente crucé mis piernas alrededor de su cintura , protesté un poco por lo acelerado del momento pero hacia tanto tiempo que no existía este tipo de intimidad entre nosotros que podía comprender la necesidad por convertirlo en algo tangible, por sentirme suyo y él mío, mordí sus labios sin ser brusco y me recargué en la pared para darle libertad , bajó sus labios y pude sentir sus dientes cerrarse en mi clavícula.
Mi vista estaba nublada de placer, descendí con su ayuda hasta que arqueé la espalda y solté un gritito por la intromisión, volvimos a besarnos en una lucha desenfrenada de poder, comenzó con un movimiento suave y yo abandoné su aliento para demostrarle con un suspiro cuanto me gustaba, reclamó nuevamente mis labios y yo mismo aumenté el ritmo del roce de nuestros cuerpos, me aferré todo lo que pude a su silueta para poder hacer más profundo el contacto, esta vez no me reprimí, el sonido de su respiración y las apasionantes contracciones de mi interior eran torturantes, sentí con cierta tristeza miles de hormigas cruzar la base de mi espalda hasta mi cuello, aceleré mas antes de susurrar su nombre en un grito de éxtasis, sentí vértigo y escondí mi rostro en el hueco de su cuello, estábamos coordinados, tanto como en el sonido de su guitarra y en el de mi voz como cuando hacíamos el amor, acarició mi cabello con una mano y lo escuché suspirar lánguidamente para recobrar el aliento, deposité un beso en su oído.
--Te amo Uru...--sonreí descansando sobre él, me gustaba estar entre sus brazos, "una de las ventajas de ser bajito", pensé con alegría
Uruha volvió a suspirar y con trabajos abrió la llave de la regadera para darnos un baño, deslicé mis pies hasta tocar el suelo y sin soltarme nos arrastró hasta el chorro de agua caliente, no hacía falta, una vez más tuvo razón, yo no tenía frio; dibujo pequeñas caricias en mi mejilla y me dedicó una sonrisa cómplice-Y yo a ti Ruki....
Cerré los ojos fascinado por saberlo y permití que me diera un baño como si yo fuese un niño pequeño.
lunes, 7 de julio de 2008
domingo, 6 de julio de 2008
sábado, 5 de julio de 2008
Tal vez soy dramatica y nada pasará, tal vez solo me siento trsite y preocupada en vano...¿pero como no hacerlo? ¿como no temer que ella muera? ¿como dejar de sentir que de un momento a otro jamas volveré a verla? ¿como no desear que tuvieramos una vida diferente? sé que soy fuerte, sé que no deberia martirizarme con todas esa posiblidades, pero....si espero lo mejor y pasa lo contrario...me destrozaria, y si espero lo peor y sucede lo mejor....mi dicha sera total.